Resumen:
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La Carta Iberoamericana del Paisaje Cultural redactada en Cartagena de Indias (Colombia) en el mes de noviembre del año 2012, expresa entre sus conceptos más significativos, que “….un paisaje cultural es el resultado de la interacción del ser humano sobre el medio natural, las huellas de sus acciones en un territorio cuya expresión es percibida y valorada por sus cualidades específicas y, por ser soporte de la memoria y la identidad de una comunidad”. Por otra parte “…ha de considerarse como un sistema dinámico, resultado de procesos ambientales, sociales, económicos y culturales, que se han sucedido a través del tiempo” y que además “debe ser sostenible, es decir que se puedan mantener por sí mismos en el tiempo, sin pérdida de sus cualidades, y que puedan convertirse en un recurso para la humanidad.” Dentro de este marco, el territorio que comprende el municipio de Campo Santo (Dpto. Gral. Güemes) constituye un Paisaje Cultural como producto de un proceso de antropización, cuyos antecedentes se remontan al año 1.564. Tanto las lejanas vivencias personales, como las sucesivas visitas para la elaboración del presente estudio a las localidades de Cobos, Campo Santo y Betania que integran el citado municipio, evidenciaron el carácter de ese territorio, como así también las huellas de un pasado histórico que trata de sobrevivir al paso del tiempo. El cultivo extensivo de caña de azúcar, que se realiza ininterrumpidamente desde hace 256 años, sigue siendo el motor del sistema socio productivo del municipio y su gran área de influencia. En ese contexto, se plantea el presente estudio, a fin de analizar las causas que motivan que el Paisaje Cultural del municipio de Campo Santo, sea vulnerable a acciones contrarias a la preservación de su patrimonio. El análisis se realizó con tres momentos específicos: a) identificación de elementos de valor patrimonial, mediante el análisis histórico de documentos y trabajos de investigación; b) construcción de su importancia a través de indicadores de evaluación y que están referidos a las variables de tiempo, cultura y espacio; y c) propuesta para una gestión de carácter participativo. Se ejecutó un trabajo de campo, mediante la realización de encuestas a diferentes actores sociales de las tres localidades involucradas, como así también de entrevistas a referentes de la educación, la política y la cultura. El espectro social refleja cierto desconocimiento del proceso histórico que se produjo en el territorio, en tanto que los referentes de la educación, la política y la cultura, manifestaron su preocupación, sus anhelos y dificultades para preservar los bienes patrimoniales del municipio. Sin embargo, el notable estado de vulnerabilidad en que se encuentran esas localidades, tanto desde el punto de vista urbano, como arquitectónico y paisajístico, obedecen a situaciones de indiferencia, ineficiencia e incapacidad de los diferentes estratos gubernamentales, para llevar adelante acciones de tutela y gestión del patrimonio cultural, como así también la falta de conocimiento por gran parte de la población, de los bienes patrimoniales y de la historia local. El principal enemigo del patrimonio es la falta de información y consecuentemente la ausencia del sentido de apropiación de sus bienes, situaciones que dificultan la puesta en marcha de cualquier plan de gestión tendiente a su preservación. De algún modo esta situación parece revertirse, mediante la reciente inauguración del Museo de Campo Santo “Prof. Osvaldo R. Maidana”, con excelentes muestras de arqueología, paleontología e historia de la región del Valle de Siancas, y que a decir de las autoridades municipales y del propio museo, es de vital importancia no solo desde el punto de vista educativo sino también para un futuro desarrollo turístico de la región, ya que está en sus objetivos transformarse en el principal centro cultural y de investigación a nivel departamental y regional. Es deseable que este centro de investigación, proporcione los medios necesarios para la conformación de un equipo de actores sociales que lleven a cabo la elaboración de un plan de gestión participativo, que proporcione las herramientas necesarias para la preservación del Paisaje Cultural del municipio y su desarrollo sustentable.
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