Resumen:
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En el presente estudio se monitoreo la mejoría de la osteoporosis, con la actividad física, en una alumna del Gimnasio, con cáncer de mama, durante el período 2009-2016. Dicha alumna, asistía a mis clases de Fitness grupal desde el año 1997. En el año 2004, le detectan cáncer de mama, extirpándole parte de una glándula mamaria, realizando radioterapia, todos los días, durante treinta y dos días. En noviembre del 2008, los estudios le dan de nuevo positivos, teniendo que extirpar el resto de la glándula. En el 2009, vuelve a dar positivos los estudios, descubriendo que los estrógenos que liberaban los ovarios, eran los que provocaban las células cancerígenas, motivo por el cuál le realizan el vaciamiento del útero, con la aplicación de la droga Tamoxifeno, esta droga tiene la característica de bajar los niveles del calcio, provocando en ella una osteoporosis severa. A partir de esa fecha, la evaluada comenzó a realizarse en forma permanente los estudios específicos de osteoporosis, conjuntamente con el tratamiento de cáncer, sin dejar de lado la actividad física de forma sistemática, y una alimentación adecuada. Con la necesidad de sentirse bien, y poder salir adelante, venciendo la enfermedad, consciente que la Actividad Física es promotora de calidad de vida y salud, comienza la misma con un plan de entrenamiento físico, controlado y sistemático en el 2009. Antes de comenzar dicho programa de Actividad Física, evalué las posibles contraindicaciones del ejercicio (al estar padeciendo la enfermedad), y se determinó el esfuerzo durante el entrenamiento. El programa de entrenamiento estuvo constituido por ejercicios dinámico-aeróbicos adaptados en intensidad de forma individualizada, a la alumna de estudio. La intensidad del ejercicio correspondió a 60-70% de la frecuencia cardiaca obtenida en la prueba de esfuerzo y se controló durante todas las sesiones. La duración de cada sesión fue de 120 minutos, con una frecuencia de cuatro/cinco sesiones/semana de entrenamiento. La duración del programa fue de 7 años dependiendo del número de ciclos de quimioterapia. Cada sesión estuvo constituida de 10 minutos de calentamiento, 45 minutos de parte central de la sesión, se incluyeron ejercicios de fortalecimiento muscular y coordinación, combinado con ejercicios respiratorios y de extremidades superiores (con cargas de 1- 2 kilogramo en la extremidad superior del lado no intervenido), trabajo de la musculatura abdominal y cintura pelviana (15 minutos). La finalización de la sesión (5 minutos) se destinaba a ejercicios de estiramientos y de relajación. Durante el período del estudio (2009-2016), no se presentó ningún incidente o efecto adverso. Se observó, dependiendo del estadio de la terapia de cáncer, un deterioro psicológico, experimentado por la ansiedad y la angustia al tratamiento, aunque con un permanente estado de querer mejorar y poder vencer la enfermedad, apoyándose en forma continua en el entrenamiento. Durante todo el período de estudio, la evaluada presentó año a año, una mejoría en los niveles de osteoporosis y de respuesta del organismo a la actividad física, tal como se demuestra en el presente trabajo.
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