Resumen:
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"El controversial mercado de transgénicos está concentrado en un puñado de compañias a escala global: modificar genéticamente una semilla para hacerla mejor -más resistente- puedellevar 10 años y costar más de US$ 100 millones. Esto deja afuera del negocio a las empresas argentinas que se centran, hoy, solamente en el mejoramiento genético, Una nueva ola de métodos de "breeding", sin embargo, podrá poner patas para arriba a los reguladores y abrir a la genética argentina al mundo: no por la puerta, sino por la ventana"
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