Resumen:
|
En las últimas décadas, se ha producido una reestructuración económica mundial (Lara y Duran, 1993) caracterizada por una interacción cada vez mayor entre las regiones, los Estados, las unidades supranacionales y el mundo. Como consecuencia, también en el interior del sistema territorial nacional, la articulación y funcionamiento de las economías regionales se relacionan estrechamente con el grado y la forma de inserción internacional del Estado nacional en el “sistema mundial”. La relación entre la totalidad económico-social y su dimensión netamente espacial es un campo abierto recientemente en las ciencias sociales. Sólo después de la crítica (y posterior crisis) de los esquemas políticos y económicos centrados en el Estado nacional, es que se hace posible el retiro parcial de la venda que, la teoría política clásica, impuso a las conceptualizaciones sobre el espacio resultante, condicionante, reproductor y lugar primigenio y principal de conflicto en las relaciones sociales (Brenner, Jessop, Jones y MacLeod, 2003. Pág. 37). Para entender el contexto internacional, nacional y regional la actualidad, hay que recordar primero que la humanidad ya asistió, durante toda su historia, a tres grandes revoluciones u olas científicas: la Revolución Agrícola, la Revolución Industrial y la Revolución Tecnológica; pero también es necesario considerar la cuarta revolución que se está plasmando y está en permanente evolución: la Revolución Cibernética...
|