Resumen:
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"Con mirada aguda, y paciencia de orfebre, Rodolfo Terragno ha compuesto sobre caliente, acompañando los hechos al mismo tiempo en que se producían, una instructiva y nunca publicada cronología de ese atribulado período de la historia reciente de los argentinos. Algo importante ocurrió con la identidad política del peronismo en la década del setenta. Luego de dieciocho años de proscripción el movimiento fundado por Juan Domingo Perón cayó, sobre todo a partir de 1973, en un estado de virtual desconcierto. En esta primera parte, el autor recorre la etapa que nace el 11 de marzo de 1973, con el triunfo electoral de Héctor Cámpora a la cabeza del Frente Justicialista de Liberación, y se extingue con la muerte del líder máximo del movimiento, acaecida el 12 de julio de 1974. La irrupción de la izquierda, la agitación estudiantil, la tragedia de Ezeiza y, entre otros fenómenos de época, la adopción de medidas económicas de perfil proteccionista -pacto social mediante- marcaron a fuego un tiempo signado por el debate ideológico y los enfrentamientos de todo tipo. La violencia, entretanto, comenzaba a enrarecer el escenario. El dramático final anticipó, asimismo, un igualmente desafortunado porvenir.
Esta segunda parte de El Peronismo de los 70 se inicia con la asunción de María Estela Martínez de Perón (Isabelita) en la compañía tenebrosa de José López Rega (El Brujo), singular y bizarro ministro de Bienestar Social. En un marco por demás inestable la izquierda peronista subrayó su opción por la clandestinidad (en el contexto de un ascendente rebrote de la guerrilla), en tanto que los sectores de la derecha recalcitrante dieron lugar a la Alianza Anticomunista Argentina, más conocida como Triple A. Este "ejército" paramilitar se dedicó al asesinato y a las amenazas de sindicalistas, estudiantes, actores, intelectuales y, en general, gente del campo progresista y popular. El gremialismo reaccionó frente al curso peligroso que adoptaban los acontecimientos y las fuertes demandas obreras forzaron, luego, la caída de López Rega. Terragno ofrece además un detallado cuadro de la violencia desencadenada (en esos días se mataba a alguien cada dos horas y veinticuatro minutos) y reflexiona, con singular lucidez, en torno a un proceso cuyo triste desenlace parecía anunciado. Con la toma del poder a manos de las Fuerzas Armadas, el 24 de marzo de 1976, se cierra este libro y un capítulo especialmente intenso y trágico de la vida argentina."
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