Resumen:
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La adopción es un camino, un trayecto, una alternativa para constituir una familia o simplemente llegar a ese fin que se desea, es entonces que esto sirve para crear vínculos parentales allí donde los biológicos se han perdido, están ausentes o no están. Adoptar, en la provincia de Salta es un proceso largo, complejo y angustiante, independientemente de los trámites y de la necesidad de la existencia de un niño/a en condiciones de ser adoptado/a, ya que en este proceso se involucran dos sentimientos o deseos, lo real y lo que se cree del proceso en si mismo. Pues para aceptar un niño/a que nace en otro vientre es preciso superar fantasmas, miedos y rígidas fronteras psico –sociales, afectivas, creencias, aprendizajes; hay que admitir que este hijo/a viene de otra biología; de una historia que le pertenece y que en algún momento hay que develar y acompañar, para asi tener un vínculo real. El presente trabajo intenta precisamente dar cuenta de que uno de los matices esenciales en el instituto de la adopción, es la cuestión relativa al derecho a la identidad. Es en la adopción, probablemente, cuando este derecho, aun al resguardo de un adecuado proceso judicial, corre el riesgo de tornarse relativo; pues, más allá de las previsiones legales, que el niño/a adoptado/a pueda saber su condición y acceder al conocimiento de sus orígenes depende inicialmente de la voluntad de los adoptantes ya que el Estado no es garantía del cumplimiento del mismo. Es esto lo que me lleva a repensar los años de práctica que llevo en el campo de la adopción de NNA, como participe en cada proceso de evaluación social.
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