Resumen:
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"El presidente Putin ha planteado con mucha claridad un proyecto para el renacimiento económico de Rusia, a la que los dos periodos presidenciales de Yeltsin llevaron al borde del desastre, en términos económicos y sociales y al peligro de desintegración del territorio nacional. Los oligarcas no sólo controlaban en la era Yeltsin los negocios al interior de Rusia, sino que fugaron masivas cantidades de capital estatal ruso, llevándolo básicamente a Suiza.Así, el presidente Putin asumió el poder a finales de 1999, la elite rusa lo apoyó, sobre todo, la fracción nacionalista, el sector militar y los servicios de seguridad. Su éxito fue de tal magnitud que cuando fue confirmado su puesto presidencial por las elecciones de marzo de 2000, ganó ampliamente desde la primera vuelta. En ese momento, muchos oligarcas rusos consideraban a Vladimir Putin como un presidente débil, fácilmente manipulable y comprometido con el expresidente Yeltsin, quien estaría condenado a actuar según los intereses de los grupos de poder.Sin embargo, su primer periodo se caracterizó por una ruptura con el anterior modelo de libre mercado sin regulación estatal. En su lugar, Putin empezó a conducir la economía según el modelo asiático, con una participación rectora del Estado en la construcción de la economía de mercado.Así, desde el año 2000 Rusia se ido reposicionando, convirtiéndose en una potencia energética y armamentista y esta nueva situación se contrapone con los proyectos estadounidenses de dominación mundial, por lo que se inició una estrategia de contraponer a Ucrania contra Rusia hasta lograr el desarrollo de un conflicto entre ambas naciones"
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